Entrevista
de Víctor Amela. La Península Ibérica es uno de los últimos reductos del tejo, el
árbol nativo más antiguo de Europa. Los guerreros celtas preferían ingerir sus
hojas antes que rendirse al enemigo: la rigidez del rostro del cadáver dibujaba
una mueca que se burlaba del vencedor desde el más allá. Los tejos son un
excelente bioindicador de alta calidad ambiental y refugio de biodiversidad,
todo esto y más nos lo cuenta esta entrevista a Fred Hageneder, estudioso de
los árboles. LEER MÁS