TEXTO DE MARIANNA ¿Sabías que las mujeres somos las únicas hembras de mamíferos que menstrúan? Es cierto que todas hemos visto que gatas y perras tienen a veces sangre en sus vulvas, pero esto sólo ocurre durante el período del estro o celo. El estro no es una menstruación sino un proceso en el que una pérdida de sangre desencadena un torrente hormonal que abre el deseo sexual de las hembras, atrae al macho para copular y provoca la ovulación asegurando el embarazo. Es un proceso desencadenado por la intensificación de la luz solar que anuncia las estaciones más benévolas para la vida y provoca que todas las hembras de una especie den a luz a sus crías en la época idónea. El momento y la frecuencia anual varían según la especie, pero siempre es la luz solar –percibida por ciertas glándulas a través de la retina- el factor desencadenante. La aparición de la menstruación parece ser una estrategia biológica que ofreció a nuestra especie muchas ventajas. El proceso de bipedestación que nos convirtió en humanos estrechó la estructura de la pelvis y aumentó el tamaño del cráneo. LEER MÁS