“A nosotros, que no somos nada, el
mundo entero nos da la espalda.” Nunca pudo recuperar los restos de su madre,
Faustina López, asesinada en 1936 y enterrada al pie de una carretera. Tampoco
sabe si su primera hija fue robada. Víctima por ser arrancada de los brazos de
su madre, Faustina, que fue asesinada por no pagar un chantaje de 1000 pesetas
a los falangistas. Víctima del saqueo de sus verdugos, recuerda cómo se
repartían todas sus posesiones con su madre de cuerpo presente. Víctima de las
palizas que propinaban a su padre, que le hacían llegar a casa con la carne del
brazo colgando... LEER MÁS