Según la arqueóloga española Margarita Sánchez
Romero, “los estudios etnográficos sobre sociedades actuales demuestran que lo
extraño es encontrar una actividad que sólo acometan hombres o mujeres. El
reparto de trabajo es una construcción social y, por tanto, cada sociedad la
gestiona como mejor entiende. En las sociedades de la prehistoria no tenemos
datos que nos lleven a pensar que las mujeres no cazaban o que no intervinieron
en determinadas producciones, como la de piedra tallada o la metalurgia. Además,
muchas imágenes del pasado las muestran plenamente integradas en cuestiones
rituales y religiosas. Por otra parte, los ajuares funerarios que encontramos
en las sepulturas enfatizan más las diferencias en estatus social y en la
realización de determinados trabajos, que en la existencia de desigualdades
entre mujeres y hombres.” LEER MÁS