Quizá ningún otro objeto natural ha sido tan
reverenciado, desde periodos tan antiguos, como la Luna. Por regla general su
símbolo ha sido la medialuna creciente, ya que el círculo que representa la
luna llena podía confundirse con los símbolos solares.
Por su aparente conexión con los ciclos femeninos
de la “sangre lunar” (menstruación) que daba vida a cada humano que estuviera
en la matriz, la luna se convirtió en el primer símbolo universal de la Diosa
Madre. El nombre griego de Europa, madre eponímica de la Europa
continental, significa “luna llena” y proviene del título
de Hera o Io como la blanca Luna-vaca, y también de otras
versiones de la diosa como Demeter y Astarté. LEER MÁS